martes, 30 de diciembre de 2014

Lo que hay dentro de cada niña/o

''Lo que aprenden los niños en 3 años son normas, normas y normas''. Esa es la frase que más he escuchado durante mi mes de prácticas y lo que he visto a mi maestra intentar. En mi clase había 23 niños y niñas que hacían la mayoría del tiempo lo que querían mientras les reñían. Supongo que eso significa que no se estaba consiguiendo el principal objetivo de ese año ¿no?. A mí, personalmente, el objetivo me parece una mierda.

Yo no tengo demasiados conocimientos ni experiencia como para saber hacer las cosas de otra manera y que me salga a la primera, pero no soy tonta y no me creo todo lo que me cuentan.
En mi clase había un niño que sabía trepar por las estanterías para coger lo que quisiera, saltar desde las mesas controlando bastante bien las distancias para no tropezarse con nada (la clase no es que fuera como un campo de fútbol de grande) e ir de silla en silla cuando se le decía que estaba prohibido subir a la mesa. Eso sí, las sesiones de motricidad que consistían en saltar dentro de un aro, sentarse en una colchoneta y cuatro pegos, las hacía mal (cuando no estaba castigado sin hacerlas por haber desobedecido).
 En la escuela no hay sitio ni tiempo para dar demasiadas oportunidades reales a los niños pero pensando en ese niño, me gustaría poder decirle a su padre que lo llevara a un rocódromo a escalar. Igual el niño no va a ser escalador profesional pero mientras lo descubre, estoy segura de que estaría feliz.

No todos los niños son así. Allí también había una niña que no hablaba casi nunca y, si lo hacía, hablaba tan bajo que era casi imposible escucharla. No hacía ningún ruido y pasaba desapercibida pero hacía todas las fichas bien, sabía hacer las cosas bien con los lápices y los colores. Puede que me equivoque pero es probable que también se le hubiera dado bien dibujar. No lo se porque nadie le preguntó, no llamaba la atención.

Mi mes de prácticas ya ha acabado, para bien o para mal. La conclusión que saco es que no quiero ser maestra de una clase de niños de 3 años. En el tiempo en que estuve intenté comprender por qué se hacía todo lo que se hacía. Entiendo que los niños deban de obedecer unas normas pero no a toda costa ni como objetivo principal. Lo más importante no deberían ser las normas, deberían ser los niños y si hay que obligar a los peques a dejar de ser escaladores o pintoras en potencia para que aprendan a acabar fichas antes ''porque eso es lo que les van a exigir cuando sean mayores''  prefiero no participar. Sin embargo, no pretendo dejar que las cosas sigan así. Está muy bien quejarse para encontrar los fallos pero si me limito a criticar sería una candidata para entrar en Sálvame Deluxe y prefiero no acabar así.

Me he dado cuenta de que hay muchos recursos que se pueden usar de alguna forma mejor, que cada maestra tiene sus formas dentro de cada clase y que es posible que las cosas cambien. No voy a ser la salvadora de la educación ni una super maestra, solo pretendo que los niños tengan ganas de pasárselo bien aprendiendo en la escuela y que cuando tengan 20 años sepan lo que quieren hacer con sus vidas porque alguien les ha dado la oportunidad de probar lo que les gusta. Un curso son 9 meses y aun teniendo muchos alumnos, puedes observar poco a poco antes de que tu mente solo los clasifique en los que hacen bien o mal la ficha.

No se cómo me las apañaré pero  se que no estoy diciendo tonterías y que otra educación es posible. Así que seguiré adelante.

¡Que tengáis un buen año!

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